DEFENSA CONTRA EL TEMOR
Tener temor ante un peligro real es normal y natural. Es un instinto que Dios puso en el ser humano para protección. Por ejemplo, si un perro trata de mordernos, el temor va a hacer que corramos para huir de él. Es una respuesta de preservación. Sin embargo, muchas veces el temor se vuelve crónico, vivimos temerosos, esperando desgracias reales o imaginarias que quizás nunca lleguen y nos quitan la paz y la alegría. Ahí se convierte en una herramienta del enemigo para atacarnos y paralizarnos. ¿Qué nos dice la Biblia sobre el temor? “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor , porque el temor involucra [ a ] castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor .” 1º Juan 4:18 Definitivamente, no nos hace bien, nos perjudica. Y por esto, tenemos que hacerle frente con la Palabra de Dios. “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién podré tener miedo? El Señor defiende mi vida, ¿a quién habré de temer? 3 Aunque un