AJUSTANDO LA MIRA, APUNTANDO MEJOR
Cuando yo era chica, había parques de diversiones que venían a los barrios. Una de las atracciones era el "Tiro al blanco". Los premios para el que acertara con una escopeta de aire comprimido a unas latas o patos de juguete ganaba un hermoso peluche más grande de lo que cualquiera de nosotros podría tener en casa. La cuestión es que nadie, nunca jamás, acertaba al blanco. Esto era así por dos razones: La primera, la mira de la escopeta desviada. La segunda, no sabíamos usar la escopeta así que la apoyábamos mal o no mirabamos de manera adecuada por la mira. El resultado final: no le pegamos al blanco. Nuestra vida cristiana está preparada para dar en el blanco, lograr lo mejor (lo que Dios quiere para nosotros) de la mejor manera. Decía el apóstol Pablo en Filipenses 3 la importancia de lograr llegar a la meta (dar en el blanco) para ser verdaderamente victoriosos en Dios: "12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosi