Viernes 2 de octubre de 2020 PRÁCTICA

 PRÁCTICA

Para leer: 

24 »Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. 25 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. 26 Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. 27 Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó, y grande fue su ruina».     Mateo 7:24-27

 

Para pensar:

 

Jesús tiene una manera genial de cerrar sus enseñanzas comparándonos a personas que edifican sus casas y eligen sobre qué superficie la hacen: roca o arena. Uno es comparado a una persona prudente y otro a una persona insensata.  

Todos oímos o leímos las enseñanzas del Señor desde que nos acercamos a Él y en el caso de esta serie de enseñanzas durante ya 50 días que empezamos el Sermón del Monte. La diferencia entre ser prudentes o insensatos en la vida diaria la hace el poner en práctica todo lo aprendido.

Todas las enseñanzas, en cualquier ámbito, toman vida y surten efecto sólo cuando las aplicamos a la realidad. Allí descubrimos que no son teorías sino que funcionan y son reales.

Jesús vino a traer una nueva forma de vida a todos nosotros y no es sólo la vida eterna sino la diaria, la abundante, la que más allá de las situaciones que tendremos que enfrenar todos como lluvias, ríos y vientos, es diferente porque la vivimos según el aprendizaje que tomamos de Él y no según nuestra pasada manera de pensar.

Prudentes o insensatos. La práctica de lo enseñado por Jesús hará la diferencia.

 

 

Para preguntarte:

¿Qué enseñanza de las aprendidas me cuesta más poner en práctica? ¿Por qué no siempre practico lo aprendido de parte del Señor? ¿Cómo puedo ser más efectivo en mi vida diaria?

 

Para orar:

Señor: Gracias por tus enseñanzas. Quiero ponerlas en práctica cada día. Que tu Espíritu me las recuerde. Amén.

 

Dios te bendice!

Pastor Roberto García