Viernes 14 de agosto de 2020 APRENDIZAJE

APRENDIZAJE

Para leer:

23 Jesús viajó por toda la región de Galilea enseñando en las sinagogas, anunciando la Buena Noticia del reino, y sanando a la gente de toda clase de enfermedades y dolencias…

25 Numerosas multitudes lo seguían a todas partes: gente de Galilea, de las Diez Ciudades, de Jerusalén, de toda Judea y del oriente del río Jordán.

5:1 Cierto día, al ver que las multitudes se reunían, Jesús subió a la ladera de la montaña y se sentó. Sus discípulos se juntaron a su alrededor, 2 y él comenzó a enseñarles. Mateo 4:23, 25-5:2

 

Para pensar:

El primer ministerio de Jesús, y tal vez el más importante, fue la enseñanza porque Él vino para anunciar el evangelio del Reino. Sus milagros, liberaciones, resucitaciones, multiplicaciones fueron todas enseñanzas que señalaban el reino de Dios.

 

Los que vivimos en Argentina somos terribles: creemos que nos las sabemos todas, hablamos de todo y somos expertos en “expertología”. Todos somos médicos, economistas, directores técnicos y, ahora, hasta epidemiólogos.

¡Cuánto necesitamos juntarnos alrededor de Jesús para aprender de Él!

Él nos llamó a ser sus discípulos. Discípulo significa sencillamente “el que aprende”. Para aprender hay que dejar de ser expertos y dejarse enseñar.

Te invito a que nos sentemos con Él y aprendamos. Volvamos a las bases de lo que enseñó cuando empezó a hacer discípulos. 

Aprendamos con humildad las bases del Reino. 

Vayamos juntos alrededor suyo durante los próximos días.

   

Para preguntarte:

¿Cuáles son los impedimentos para sentarme a aprender de Jesús? ¿Qué voy a hacer para arrancarlos? 

 

Para orar:

Señor: Limpiá mi corazón de toda soberbia que me hace impermeable a tu enseñanza. Dispongo mi corazón a aprender o corregir las bases de tu Reino. Amén.

 

Dios te bendice!

Pastor Roberto García